Por el H .•. P-Q
Hoy les traigo está plancha sobre uno de los grandes pilares de nuestra orden, un tema que nos interpela profundamente sobre el sentido de pertenencia a esta institución. Habiendo cincelado bastante sobre la piedra de la libertad y de la igualdad, me encuentro con este vínculo de cariño que une a los hermanos y los lleva a estar juntos en situaciones felices o desgraciadas.
Así como la «hermandad» se genera en el lazo de una familia, la Fraternidad representa la aceptación y el respeto a una regla, y un lazo irrenunciable que liga a los miembros de la Francmasonería, donde estos «miembros» reciben el nombre de «Hermanos» y son reconocidos y recibidos como tales.
Después que un «Profano» ha realizado el compromiso formal y libremente aceptado, es cuando el nuevo hermano reconoce a sus iguales, y es en este nuevo contexto masónico donde el hombre o mujer puede manifestarles a otros, sin conocerlos, sin haberlos visto antes, la expresión de un «sentimiento fraternal» únicamente por haber compartido una misma iniciación. Esto último no es poco y ha sido siempre una de las situaciones que más me ha llamado la atención de la orden. Basta con atravesar ese examen moral y esa batalla de sentimientos, pensamientos y expectativas, que llamamos iniciación, para inmediatamente después ser recibido con un cariño “extra terrenal”, que para algunos y me incluyó fuera una sensación nunca antes vivenciada. Si a pertenencia nos referimos, existen muchas instituciones que reciben y acogen a sus miembros, pero sin animo de equivocarme, existen pocas que generen un verdadero sentimiento de vinculo fraternal como la masonería.
Para la escritura de esta plancha, comencé remitiéndome al diccionario, y encontré la siguiente definición:
1.Afecto y confianza propia de hermanos o de personas que se tratan como hermanos.
2.Asociación de personas que tienen unos mismos intereses profesionales o altruistas.
Entonces comprendí que sin la búsqueda de objetivos altruistas en común la fraternidad no puede cumplirse, y también que es necesario la palanca de la fraternidad para lograr los resultados. Ahora bien, como son las miradas usuales de los distintos grados:
La de aprendiz!! aun no se ha apropiado convenientemente del mazo y del cincel. Es más voluntad, que inteligencia y observación. Por eso el aprendiz ve a la fraternidad como una obligación entre tantas imperfecciones de los otros.
Ser fraterno es un esfuerzo que el aprendiz hace, mientras se posiciona en que las cosas tienen que ir más rápidas y que las actitudes de los MM son en ocasiones defectuosas y ni que decir la de sus compañeros y de otros aprendices.
El grado de compañero surge con la responsabilidad de ayudar al MM a construir el templo. El compañero se va dando cuenta que los trabajos no los hace el VM sino la logia en conjunto. Es como mirar de arriba y darse cuenta que el templo es un conjunto de personas que actúan al unisonó como una orquesta.
Allí comprende que en la armonía y la construcción del presente hay que enfocarse en el trabajo, y que para la crítica hay un espacio, que es en momentos distintos y alejados del tiempo del trabajo.
la fraternidad para el compañero es un espejo de sus aspiraciones, ser uno para todos y todos para uno.
Aún existen las fricciones…
La muerte de Hiram y la del ego propio, lleva a que el Maestro se vacíe a si mismo, de manera tal que aprende a ser ecuánime entre él y el otro, se posiciona al medio, entre columnas. Una columna es el, y otra columna es el otro. Y desde allí, va incorporando la «técnica del amor» para ser simplemente amor sin esfuerzo. Cariño sin obligaciones, afecto sin herramientas simbólicas ni materiales.
Para el Maestro la fraternidad es la expresión de la inteligencia/amor que le dio vida y que da vida a los otros a través de su presencia.
El aprendiz se quiere a si mismo, y no está muy dispuesto a ser fraterno consigo mismo, minimiza sus defectos y sobrevalora sus virtudes.
El compañero, ya ha mejorado, a podido ver la disminución de algunos vicios y el mejoramiento de algunas virtudes en la práctica. Para el compañero el amor se expresa en los MM que lo han acompañado y comienza a comprender que debe acompañar a los aprendices.
Y el Amor de los Maestros, que han muerto a pertenecer a lo profano, que están en el mundo, pero no son del mundo, es su quehacer cotidiano.
Esta observación personal de la evolución fraternal de los 3 grados simbólicos, es a mi HUMILDE entender lo que transforma a un MASON de verdad y no de mentira. SER Y NO PERTENECER, conseguir la fortaleza necesaria para vencer a los 3 enemigos innombrables, innombrables al menos en este grado en el que me toca expresarme.
CONCLUSIONES FINALES
Cada nuevo paso iniciático, sus herramientas, sus propuestas de instrucción y los temas trabajados tienen sus tiempos y su armonía, pero es necesario construir valores como la fraternidad con verdadera determinación, indistintamente de grados y funciones. En lo personal me lleva a preguntarme una y otra vez, ¿somos realmente fraternos?, En algún momento puede haberse convertido en una utopía o un juego de palabras que repetimos sin poner en práctica, ¿nublando la realidad palpable y operativa de la fraternidad? ¿Hasta que punto realmente estamos predispuestos a ayudar a los hermanos? En nuestro bello ritual de aprendiz, figuran ciertos pasajes que citan este compromiso. ¡¡Ayudarás a tus hermanos en desgracia!! ¡¡Los defenderás!! ¡¡Los asistiréis!! Entre otros. (Pausa para reflexionar). ¿Queridos hermanos, llevamos a la práctica ese cariño que juramos? Esta pregunta seguramente habita en cada uno de nosotros. (Pausa) Tenemos mecanismos y herramientas suficientes para poner en práctica el verdadero sentido de fraternidad, conociendo a los hermanos, indagando sus situaciones socio económicas, familiares, de salud, sueños, anhelos y proyecciones, no perdamos la oportunidad de ayudarnos, la institución nos brinda igualdad de oportunidades, una de sus grandes características.
El masón es abundante en su expresión de cualidades gentiles como las de ser bienvenido y de escuchar al otro; además de la «asistencia fraternal» que caracteriza a todo miembro, rechazando los prejuicios y la intolerancia expresada por un reconocimiento y acogida al otro haciendo una abstracción de sus condiciones espirituales, culturales y sociales siendo solo importante que aquel que camina solo y acompañado a la vez, aquel es un «Hermano».
H.•. P.Q