Logia Nikola Tesla

EL EGO EN MASONERÍA. El narcisista se cree mejor que todos los demás y hará lo que sea para llamar la atención, y esto incluye exagerar su importancia personal.

22 de mayo de 2024

El narcisista se cree águila y cóndor, piensa de sí mismo que vuela a grandes alturas, cuando en verdad está encadenado en tierra firme, sin solución posible, tiene dificultad para comprender o preocuparse por los sentimientos de los demás, se caracteriza por un comportamiento explotador (suele aprovecharse de sus hermanos para obtener beneficios personales) y es fatalmente envidioso (aunque lo niega). Es incapaz de reconocer sus defectos y cuando se le señala alguno aduce que se trata de envidia o que no están a su altura. Los narcisistas intentan manipular y socavar la autoestima de las personas de su entorno, primero hablan bonito, mucho de empatía, comunicación no violenta y parecen interesados en enviar regalos, textos, frases, acercándose a ellos. Pero cuando las personas no se alínean con sus expectativas desencadenan la depravación malvada del narcisista y el deseo de castigar, no aceptan la diferencia, se olvidan de la comunicación no violenta y queda expuesta su crueldad. Así, el narcisista, en su mente inferior, de persona chica, cree que tiene el control. Algo que necesita como el agua. Las mentes elevadas en cambio, de personas grandes no apelan ni apelarán jamás a tales bajezas, ya que mientras el narcisista usufructúa y especula con mezquindad, el Hermano Valeroso es toda entrega.

EL EGO

Por el Hno. C.R.

Su significado es poco conocido para la mayor parte de la sociedad y generalmente se lo asocia
con egoísmo y por tal con un interés personal desmedido. Lo cierto es que su significado es mucho mas amplio y con innumerables condicionamientos para el ser humano. Desde el punto de vista etimológico deriva del latín que significa “yo” y se utiliza normalmente para describir un exceso de autoestima.
Desde el punto de vista psicológico Freud lo describe como una “instancia psíquica parcialmente consciente” que controla las acciones y media entre los instintos, los ideales del super ego (moral) y la realidad del mundo exterior.


Para Carl Jung el EGO representa la mente consciente, comprende los pensamientos, las memorias y las expresiones que practica una persona y resultan en la identidad y continuidad. Por su parte Jaques Lacan lo describe como una alienación para el propio ser humano. Ekhart Tolle lo expresa como la falsa identificación con la mente y las emociones, es el estado
de inconsciencia en el que el contenido de la mente esta condicionado por el pasado, la crianza, la cultura, la historia familiar y la niñez. La esencia de toda la actividad mental consta de emociones y patrones reactivos, repetitivos y persistentes, esa entidad es el ego. Algunos autores hasta lo definen como la principal fuente de sufrimiento humano.


Desde un enfoque espiritual se define como una identificación exesiva con la mente y la creencia en una identidad separada y distinta de los demás y del universo en general, y se caracteriza por sentimientos tales como apego, insuficiencia, control, miedo y limitación. Es un estado ilusorio previo al despertar de la consciencia que se identifica con pensamientos de
bajas vibraciones.
A su vez distintos autores describen distintos tipos de ego, Nietzche habla de un ego saludable, que brota de un alma poderosa y a la que corresponde un cuerpo elevado. Me permito interpretar que hace alusión a las virtudes del individuo.
Otro tipo de ego es el ego espiritual o “distorsión del ser”, se manifiesta en aquellos buscadores que tras adquirir ciertos conocimientos y vivenciar ciertas experiencias creen estar en una posición superior a los demás, utilizando los conceptos espirituales aprendidos y los conocimientos acumulados para reafirmarse e imponerse ante quienes se considera siguen
dormidos.
Desde el punto de vista clínico se origina en la niñez aunque hay quienes afirman que comienza en la gestación, cuando cada experiencia de aislamiento, peligro o indefensión van dejando marcas en ciertas regiones del cerebro, que cuando se activan disparan mecanismos de defensa que derivan en formas de separación, control y miedo. A su vez cuando se activa este mecanismo de defensa se desactivan otras áreas del cerebro con mejores capacidades resolutorias para la toma de decisiones. La mayoría de las definiciones coinciden en que es una construcción personal, una falsa identidad influenciada por la crianza, las creencias y los estereotipos sociales. Dichas características y sus interacciones condicionan al individuo a vivir de manera preestablecida para “encajar” en los estándares de la matrix, alejándolo de la verdadera autenticidad,
valorándolos por logros académicos, económicos o sociales en detrimento de la verdadera esencia del ser.
Lo cierto es que vivimos inmersos en ego, la naturaleza es ego, los animales mas débiles son devorados por los depredadores, los mas fuertes para luchar son los que dejan su progenie, el ave con plumaje mas distinguido es la elegida para reproducirse, y seguramente de la misma manera a tenido su aporte en la evolución humana hasta llegar al hombre moderno.


Con tantas connotaciones negativas parece obvia la necesidad de eliminar el ego, pero la mayoría de los autores coinciden en que es una práctica casi imposible ya que unos pocos han logrado la iluminación y que por tanto debemos centrar nuestros esfuerzos en identificar los patrones egoicos, trascenderlos y/o controlarlos. Para ello es esencial el autoconocimiento, la observación “presente”, la imparcialidad, y la práctica de la humildad, la empatía y el respeto hacia los demás, asi como también es de vital importancia mantener la condición de “aprendiz”, no ascender al estudiante interno, al menos hasta el grado que nos creamos merecedores, mantener un estricto control sobre nuestros juicios y practicar la tolerancia y la comprensión.

Personalmente creo que el autoconocimiento es pilar fundamental para descubrir nuestra esencia y así poder distinguir los sentimientos auténticos de los adoptados o culturales. Para ello es necesario el compromiso y la entrega a la tarea alegorica de desbastar y perfeccionar la piedra bruta “símbolo del aprendiz”, valídos de la voluntad y la justa fuerza que nos proporciona el mazo, y la inteligencia y dirección del cincel, pulir sus aristas y asperezas que representan las influencias mundanas e ilusiones mentales de todo tipo y suponen un gran obstáculo en nuestra evolución espiritual.
En este punto remitirnos a nuestra iniciación masónica, en donde somos despojados de nuestros metales y se nos devuelve la visión en un recinto con fuerte impronta funeraria, a fin de que podamos separar lo profano de lo sagrado, lo espeso de lo sutil, lo superfluo y no permanente de aquello que es esencial a nuestra naturaleza, nuestro ser en si mismo.
En fin, reconocer esa fuerza autentica e interior, dirigirla con recta intención y encauzarla con la fuerza del amor y el rigor de la inteligencia hasta descubrir la belleza o forma ideal oculta en esa materia deforme, nuestro “yo profano”.
Por ultimo traigo una breve metáfora alusiva a este tema sobre el grano de trigo. Así como la semilla para poder germinar y producir la planta, debe se echada en el suelo, donde muere como semilla mientras el germen de la planta futura empieza a crecer, así también el hombre para manifestar las posibilidades espirituales que se encuentran en el en estado latente, debe aprender a concentrarse en el silencio del alma, aislándose de todas las influencias exteriores y morir para sus defectos ee imperfecciones, a fin de que el germen de la vida nueva pueda crecer y manifestarse.
Hno. C. R.

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