Logia Nikola Tesla

16 de octubre de 2023

que en aquellas albas de Septiembre Que nadie olvidará y que nadie puede Contar, lo hemos sentido. Su obstinado Amor quiere salvarnos, noche y dia camina entre los hombres que le pegan. Porque no ha muerto su jornal de Injurias
J.L Borges, “Sarmiento”

Educador Incansable, viajero infatigable, intelectual combativo, Hombre imprescindible. Amigo de Emerson y Horace Mann. Luchador por la Libertad contra los absolutismos. Maestro en San Luis, minero en Copiapó, Tendero en Valparaíso, periodista en San Juan y Chile, etc. Todo eso y más, fue Sarmiento. Ingresa en la Orden en 1854 en Valparaíso, en la Logia Unión Fraternal, dos años más tarde, crea en Buenos Aires la logia Unión del Plata N 1 de la que es su primer orador. El hoy MRGM, narra así estos hechos “el 27 de Junio de 1854, los hermanos solemnemente reunidos, inician a Sarmiento. Muchos allegados le habían hablado de esa institución con la que compartía ideales de progreso y fraternidad entre los hombres, sin distinción de religiones. A partir de ésa memorable noche, Sarmiento ve a la masonería, como una escuela disciplinada y sistemáticamente ordenada que puede contribuir a una acción formativa conciliadora de los interprovincialismos que dividen a los argentinos, luego en Bs As, fundará junto a 14 Hermanos, la Logia Unión del Plata N 1, la que instalará sus autoridades el 09 de marzo de 1857. En la Primer Tenida es elegido para presidir la Logia, el Dr. Miguel Valencia, eligiéndose como orador a D. F. Sarmiento.” [1]. Dijo Groussac de él “inauguraba escuelas como si fueran baluartes, y lo eran realmente en su espíritu. Llamaba a la escuela de Bellas Artes y Oficios de Lima, el Corolario de Ayacucho”[2] El más grande cerebro de la América fue un autodidacta como Franklin y Jefferson. Escribe en civilización y barbarie “Existen aun (en San Juan) los restos de 6 o 7 bibliotecas de particulares, en que estaban reunidas las principales obras del siglo XVIII, y las traducciones de las mejores griegas y latinas. Yo no he tenido otra instrucción, hasta el año 36, que las que ésas ricas aunque truncas bibliotecas pudieron proporcionarme”[3] . Al igual que Franklin por su propio esfuerzo y fruto, y por su tesón y actitud de gritar a cuatro vientos verdades como puños hizo de la vida de un provinciano: un maestro rural, un delegado, un gobernador, un ministro de relaciones exteriores, un militar, un presidente de la Nación y el más grande escritor argentino. Al rememorar sus años en San Luis, junto a su tío el Presbítero Oro, con quien funda la escuela en San Francisco del Monte de Oro señala: “En mis cavilaciones en las horas de ocio, me volvía a aquellas campañas de San Luis, en que vagaba por los bosques con mi Nebrija en las manos, estudiando mascula sunt maribus (…) Echaba de menos aquella voz sonora que había dos años enteros, sonado en mis oídos, plácida, amiga, removiendo mi corazón, educando mis sentimientos, elevando mi espíritu”[4] Años más tarde, en una carta al entonces Gobernador de San Luis fechada el 02 de Enero de 1872 manifiesta que en San francisco del Monte abrió la primer escuela, con siete alumnos, y que ése incidente tan trivial, dio un giro a sus ideas, y al regresar a San Juan le vino la idea de la educación popular como institución.
En Recuerdos de Provincia al hablar sobre su autoformación, estando en Chile lee Vida de Cicerón de Middleton y escribe, “aquel libro me hizo vivir largo tiempo entre los romanos, “ le siguió la vida de Franklin y dice “Libro alguno me ha hecho más bien que este, fue para mi lo que las vidas paralelas de Plutarco para él, Enrique IV a Rousseau …» y dice más, la vida de Franklin debiera formar parte de las escuelas primarias “[5]
José Ingenieros sostenía que Sarmiento estaba obsesionado por emancipar la América meridional de los opresores para quienes el trabajo estaba mal visto, contribuyendo a la propagación de generación en generación del parasitismo[6]. Si ésta no basta para apreciar su vigencia, venga otra, acerca de aquellos que secuestran la información pública y ocultan los datos, Plásmase nuevamente su visión de adelantado y estadista.
“Está declarado delito de Lesa Humanidad y fuera del Palio del Derecho de Gentes, en la guerra, envenenar las fuentes, pues entonces cuidado al manosear las cifras de la estadística”[7] . En aquel famoso discurso de renuncia a la Masonería al ser electo Presidente de la Nación, manifestó “La libertad de conciencia, es no sólo declarada piedra angular de nuestra Constitución, sino que es una de las más grandes conquistas de la especie humana. Digo más, la grande conquista por excelencia, pues de ella emana, la emancipación del pensamiento, que ha sometido las leyes de la Creación al dominio del Hombre. Hay más todavía, el gobierno civil se ha instituido para asegurar el libre desarrollo, de las facultades humanas (…) si por tanto hay una minoría de población, y digo así, un sólo hombre, que difiera honrada y sinceramente del sentimiento de la mayoría, el derecho lo protege”[8] Esta es la razón por la que combatió con afán toda clase de tiranía, por ello protestó con vehemencia contra la norma que decretaba la obligatoriedad de llevar la divisa Punzó, obligatoriedad que regía tanto para ciudadanos como para empleados y hasta personal escolar[9], ante el miedo y la sumisión con que las gentes de Buenos Aires aceptaban tal uniformidad de pensamiento, azorado exclamaba ¡Y este era el pueblo que rendía once mil ingleses en las calles, y mandaba después cinco ejércitos por el continente americano! por eso cuando cada dos o cuatro años la prepotencia y la soberbia encuentran freno popular, Sarmiento nos sonríe. Porque “Sarmiento, el soñador sigue soñándonos”. Pero también se oponía a la uniformidad de culto, en Una escuela sin la religión de mi Mujer, aquel famoso alegato para derogar el artículo 8vo de la Ley 1420 que permitía la educación religiosa dice: “¿Puede hablarse en el siglo XIX, de constituir la nacionalidad, la unión del pueblo, sobre la unidad de creencias? Este fue el error del orgullo y del fanatismo del papado y de los reyes de quince siglos que le ha costado a la humanidad derramar sangre hasta los tobillos”. Ya en Paraguay, achacoso, y enfermo, lejos de su tierra, dijo con altivez “Yo he respetado sus creencias sin violarlas jamás. Devuélvanme ahora ese respeto. Que no haya sacerdote en mi lecho de muerte. No quiero que una debilidad pueda comprometer la integridad de mi vida”[10]. Faltáranos un nuevo Hombre, valeroso y decido que desde Cuyo alzara la voz para desterrar no ya la religión sino la imposición ideológica de los establecimientos educacionales y que denunciara la Inversión del Facundo, dando cuenta de un interior abierto al mundo, globalizado, tecnificado, industrial y biotecnológico que hoy encuentra obstáculos a su crecimiento en las regulaciones aduaneras de los grandes centros urbanos. La libertad del Hombre fue un paso trascendente de la joven república, pero la tarea no estaba acabada. Así como su admirado Franklin estuvo destinado a “robar al cielo los rayos, y a los tiranos el cetro”, él encarnó la misión de liberar a su pueblo de la peor de las cárceles, sólo cuando la Argentina venció el analfabetismo, el último cañón de los Hombres de Mayo resonó.

BIBLIOGRAFIA

  • Facundo, Civilización y Barbarie, Sarmiento Ed. Gradifco 2007
  • Recuerdos de Provincia, Sarmiento Ed. Gradifco 2008
  • De la educación popular, Sarmiento
  • Una escuela sin la religión de mi mujer, Sarmiento Archivo Digital London University
  • Hacia una moral sin dogmas, José Ingenieros Ed. Losada 8va Ed 1990
  • Historia de las Ideas Generales, Mariano de Vedia y Mitre

[1] Tenida Magna, Kotilk Carlos, alocución del 13 de Septiembre de 2007.
[2]Historia de las Ideas generales, Sarmiento, Mariano de Vedia y Mitre.
[3] Civilización y Barbarie, Pag. 67 Ed. Gradifco.
[4] Recuerdos de Provincia, Pag. 190 Ed. Gradifco
[5] Ibìdem, pag. 195
[6] Era en él obsesiva la idea de regenerar en nuestra América Latina, emancipándola de su pasado colonial, en que sólo veía pereza y superstición; los conquistadores habían enseñado a mirar el trabajo como una vergonzosa humillación, filtrando en las venas de sus descendientes el parasitismo, los teólogos habían enseñado a rezar mucho y leer poco,” José Ingenieros, Hacia una moral sin dogmas, Pag. 54 Ed. Losada 1990
[7] Digital Archives, School of Adavnced Studies, London University. La Escuela Sin la religión de mi Mujer, Ed. De 1918 de Rosso y Cia.
[8] Dado el 29 de Septiembre de 1868 Ante la Gran Logia, http://www.cervantesvirtual.com/obra/discurso-pronunciado-por-domingo-faustino-sarmiento-el-29-de-septiembre-de-1868-dias-antes-de-ocupar-la-presidencia-de-la-republica-argentina-en-un-banquete-ofrecido-por-la-masoneria-argentina–0/
[9] Véase https://es.wikipedia.org/wiki/Divisa_punz%C3%B3
[10]Del ya citado, Una Escuela sin la religión de mi Mujer

LA AUTORIDAD EN MASONERÍA

LA AUTORIDAD EN MASONERÍA

Quien sabe mandar lo hace en Armonía no buscando conflictos, gánase su respeto por acciones no por discursos. Cuida de todos los miembros del taller, cuida que todos puedan trabajar, que todos puedan asistir, que nadie monopolice la palabra callando a otros, que no...